Gantry 5

 

N°16-septembre 2021 Hace 76 años, las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, dos objetivos no militares, fueron borradas del mapa por dos bombas atómicas lanzadas por la fuerza aérea estadounidense.

Supuestamente para poner fin a la guerra contra Japón, su principal objetivo era detener la ofensiva terrestre de la URSS contra Japón y servir como advertencia a los soviéticos en preparación para la Guerra Fría. Este bombardeo se cobró decenas de miles de víctimas directas y muchas más durante el período posterior a estas explosiones nucleares. Este año, la conmemoración del bombardeo de Hiroshima, seguida del de Nagasaki, es la primera desde la entrada en vigor, el 21 de enero de 2021, del Tratado Internacional de Prohibición de Armas Nucleares (TIAN).
Como afirman los Hibakusha (sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki) en su llamado internacional de 2016 para la eliminación de las armas nucleares, que obtuvo millones de firmas en todo el mundo, “Hoy la humanidad se encuentra en una encrucijada. O salvamos nuestro planeta azul tal como está, con todos sus seres vivos, o vamos camino de la autodestrucción. Las armas nucleares podrían acabar con la humanidad, así como con todas las demás criaturas vivientes. Podrían destruir el medio ambiente y convertir la tierra en un planeta muerto. "
Recordemos que el TIAN estipula que los Estados signatarios se comprometen a "proseguir de buena fe las negociaciones sobre medidas efectivas relativas al cese de la carrera de armamentos nucleares en una fecha temprana y al desarme nuclear y sobre un tratado de desarme general y completo bajo condiciones estrictas y control internacional eficiente ”
La realidad es que este tratado no es respetado, no más por Francia con sus programas de fabricación de nuevas armas nucleares y la realización de pruebas de laboratorio nuclear, que por otras potencias nucleares.
Ya no es necesario demostrar la nocividad y peligrosidad de las armas nucleares y las políticas de armas nucleares con los ensayos que tienen y aún involucran han causado muchos daños y víctimas en los países que las han sufrido. Este es el caso de los ensayos de Francia, en Argelia y el Pacífico. Durante su reciente visita al pacífico Macron, si derramó "lágrimas de cocodrilo" sobre las víctimas de estas pruebas no pronunció una palabra para calificar la política agresiva del imperialismo que está en el origen de estas pruebas atmosféricas o marítimas. Además, tampoco ha pronunciado una palabra de disculpa por parte de la potencia colonial francesa.
Para detener el brazo de los belicistas, sólo hay una solución, la lucha por la paz y el desarme, mostrando la responsabilidad del imperialismo en los enfrentamientos en curso y en los que se preparan.
Es por eso que en septiembre de 2021, contribuiremos al Día Internacional de la Paz y las marchas del sábado 25 de septiembre como parte del Día Internacional de las Naciones Unidas para la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
La entrada en vigor el 22 de enero de 2021 del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TIAN) redactado en aplicación del artículo 6 del TNP (Tratado de No Proliferación Nuclear firmado por Francia) abre el camino a un nuevo período movilizaciones necesario para lograr la eliminación total y definitiva de estas armas de destrucción masiva y lograr que Francia se adhiera al TIAN para finalmente respetar sus compromisos internacionales en materia de desarme nuclear.